Minievento VII: petroleo quemado.

Zagreb. 1901.

El imperio austro-húngaro está ya inmerso en una guerra contra Italia que promete ser dura y larga. Su industria de guerra está al máximo rendimiento y se dedica casi exclusivamente a producir armas y combustible para la contienda.
En Zagreb, en uno de los pozos petrolíferos del imperio, amanece un nuevo día igual que todos los demás. Los operarios entran en las instalaciones como siempre, y se dirigen a sus puesto de trabajo. Una hora despues, se oye una gran explosión en el centro del campo, y, de improviso, todo comienza a arder. Una columna de humo negro se eleva hacia el cielo, alertando a los militares de la cercana ciudad, quienes acuden en seguida al lugar de la catástrofe. Cuando llegan, se encuentran con el lugar completamente destrozado, los trabajadores calcinados y toda la maquinaria inutilizada. En el límite del terreno, algo alejado del resto, encuentran el cuerpo inconsciente, pero no muerto, de un hombre que, a pesar de llevar el uniforme reglamentario, tiene junto a él una caja, en cuyo interior encuentran restos de material explosivo. El hombre tiene rasgos claramente eslavos, lleva algunos documentos firmados con el logo de una sociedad secreta pro-serbia.

El pozo petrolífero de Zagreb queda destruido.
La producción austrohungara de petroleo se reduce en 2 unidades.

Desde Italia creemos que Austria Hungría está sintiendo toda la furia revolucionaria de los pueblos libres de los Balcanes que, unidos en Santa Hermandad, vamos a expulsar al Gigante de pies de barro austriaco de la faz de Europa.

Desde Rusia ofrecemos Petroleo a Austria Hungria si le es necesario. LAmentamos tales perdidas.